Los lobos grises llevan ese nombre debido a su color, aunque en América del Norte muchos de ellos tienen pelambre oscura o negra en vez de gris. La mutación genética que produce pelo negro parece haberse presentado en perros para después propagarse en lobos por el contacto entre las especies, según un grupo de investigación dirigido por Gregory Barsh, de la Universidad de Stanford.
Los lobos de pelo negro son casi exclusivos de América del Norte y son mucho más comunes en zonas boscosas donde representan un 62% de la población de lobos, en comparación con el 7% en la tundra abierta, observaron los investigadores. Pero los biólogos que estudian la vida silvestre no creen que los lobos dependan demasiado del camuflaje, dijo Barsh. "Es posible que se deba a alguna otra cosa".
"Es intuitivo suponer _cuando uno ve animales que se confunden con su entorno_ que se debe a la selección natural, que de algún modo están mejor camuflados sea como depredadores o como presa", dijo Barsh en una entrevista grabada difundida por la revista Science. Pero los lobos no tienen muchos depredadores, y no hay evidencias que sugieran que el pelaje negro mejora su capacidad de capturar su presa, dijo.
Barsh agregó que el pelaje de los lobos negros, al igual que los seres humanos, se tornan grises con la edad, "de modo que uno supondría que si la mutación se impuso debido a que causó el color negro, los lobos de mayor edad mantendrían ese color".
La misma proteína responsable de la diferencia de color de pelo en perros y lobos se asocia con la resistencia a la inflamación e infección en los seres humanos. Por lo tanto, "daría a los animales negros una ventaja que difiere de su efecto sobre la pigmentación", dijo Barsh en una declaración.
Noticia publicada en Houston Chronicle (EEUU)