Los científicos del Observatorio Vulcanológico de Alaska volaron el viernes cerca del Glaciar Ventisquero del Monte Redoubt y vieron que una intensa columna de vapor salía de un agujero. Para el sábado confirmaron que se trataba de una fumarola, un agujero en la tierra que emite gases y vapor, con un ritmo alarmante de crecimiento.
También detectaron corrientes de agua en el glaciar, las cuales señalarían que el calor del magma alcanza puntos más elevados de la montaña.
"Pareciera que el glaciar se deshace en la parte superior", dijo la geóloga Kristi Wallace.
Las señales de calor atizan el temor de una próxima erupción, que podría lanzar una nube de ceniza hacia unos 160 kilómetros (100 millas) y llegar a Anchorage, la ciudad más grande del estado, o a comunidades en la sureña Península de Kenai. La península se encuentra más cerca del monte en la costa occidental de la Ensenada de Cook.
La eventual erupción sería la primera del Monte Redoubt desde 1990. En diciembre de 1989, una erupción formó una nube de ceniza a 240 kilómetros (150 millas) de altura que apagó los motores de un avión de KLM con 231 pasajeros. La aeronave bajó más de tres kilómetros (dos millas) hasta que los pilotos consiguieron reencender los motores y aterrizar sin más contratiempos.
El observatorio de Alaska detectó hace una semana un aumento considerable en la actividad sísmica en las profundidades del volcán y elevó su alerta a naranja, la fase anterior a una erupción en forma.
La advertencia de un erupción inminente causó una compra masiva de máscaras antipolvo y de filtros de aire para vehículos en Anchorage.
Noticia publicada en Houston Chronicle (EEUU)