La explicación de por qué los seres humanos tenemos la capacidad para percibir incluso las texturas o partículas más finas con nuestras manos, podría estar en las huellas dactilares y en las vibraciones que genera la "yema" del dedo al rozar una superficie. Así lo sugiere un estudio realizado por científicos franceses del Laboratorio de Física Estadística y publicado hoy por la prestigiosa revista Science.
Según los investigadores, la distribución y forma de los surcos de los dedos (lo uno ve en una típica impresión de huella digital), así como la presión que pongamos sobre ellos incide en la forma como la piel interactúa con una superficie y genera vibraciones que luego se transforman en estímulos. Estas vibraciones se miden en hercios o hertz y se estima que son responsables de crear estímulos porque pueden ser decodificados por el sistema nervioso y traducidos por el cerebro humano como sensaciones, es decir, como tacto.
“Está científicamente comprobado en los humanos, la percepción táctil de texturas finas está mediada por las vibraciones de la piel generadas cuando la yema de los dedos escanean una superficie”, detalla el artículo científico. Nótese que al referirse a texturas finas se habla de una escala de menos de 200 micrómetros, es decir, mucho más delgado que un cabello humano.
Como no es posible utilizar un dedo real para descifrar cómo se traducen estas minivibraciones en sensación, la científica Julien Schiebert y sus colegas crearon un sensor biomimético, es decir, que imita de forma artificial de la "yema" del dedo humano. El dispositivo mide las características específicas de las huellas digitales de una persona (dimensiones y formas) y es capaz de reproducirlas de manera artificial. Este sensor es como una especie de "dedo artificial" que tiene sensores eléctricos y de movimiento.
Para que imite un dedo natural, está recubierto con una capucha elástica –que es como una especie de piel artificial de dos milímetros de grosor que puede ser o suave o rugosa–, al igual que las mismas yemas de nuestros dedos.
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