El descubrimiento, que se publica en "Science Express", la edición digital de la revista "Science", revela que las señales necesarias para la regeneración son diferentes a las que se necesitan para generar las células nerviosas.
Los científicos, dirigidos por Marc Hammarlund, estudiaron a nematodos afectados por una mutación que produce que sus nervios se vuelvan frágiles y se rompan, y también dañaron los nervios de nematodos sanos con láser.
En ambos casos, los investigadores observaron que la interferencia con el mecanismo de la quinasa dlk-1 evitaba que se regeneraran los nervios.
Después observaron la regeneración de las células nerviosas en varias fases de desarrollo de la vida del nematodo y descubrieron que la regeneración disminuye de forma significativa con la edad pero que dlk-1 es necesaria en todas las fases.
Además, los investigadores también determinaron que dlk-1 no participa durante el desarrollo inicial de las células nerviosas sino sólo en su regeneración.
Noticia publicada en Ecodiario (España)