Este equipo formado por miembros del Centro de Investigación en Nanociencia y Nanotecnología (CIN2), el centro mixto del CSIC y del Instituto Catalán de Nanotecnologia, y de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), ha logrado un método para obtener diminutas cápsulas con tamaños que van desde los micrómetros hasta los nanómetros, y que pueden tener las propiedades del metal, como el magnetismo, la fluorescencia o la conductividad.
Encapsular sustancias para liberarlas de forma controlada es una de las más recientes estrategias desarrolladas en el ámbito de la química, la medicina, la ciencia de materiales o el de las tecnologías para el medio ambiente, explica el CSIC. Con ella se persigue la idea de la "bala mágica", de la cual se habla desde hace tiempo, especialmente en el ámbito de la medicina: poder transportar las sustancias terapéuticas al lugar concreto (órganos o células) donde se necesita.
Hasta ahora, esto se ha conseguido con liposomas (muy usados en el ámbito de la cosmética), dendrímeros (macromoléculas poliméricas) o partículas orgánicas poliméricas, en todos los casos, formada por moléculas orgánicas, sin que hasta el momento se hubiera conseguido encapsular sustancias en partículas que contuvieran una parte de metal.
Ahora, los investigadores han desarrollado y patentado un método para obtener diminutas cápsulas metalorgánicas (es decir, formadas por material parcialmente orgánico y parcialmente metálico) por lo que estas esferas pueden disponer de las propiedades intrínsecas del metal. El método permite crear micro y nanoesferas a partir de la unión de dos unidades: una molécula orgánica o ligando, que actúa de "pegamento", y un ión metálico.
Generalmente, la molécula orgánica comparte un par de electrones con el ión metálico, por lo que tendrán tendencia a unirse. Es decir, el método se basa en mezclar, en una solución, los iones metálicos, las moléculas orgánicas y el principio activo que se quiere encapsular.
Al agitar la mezcla, bien mecánicamente o con ultrasonidos, los iones metálicos se asocian con las moléculas orgánicas y forman las esferas y encierran, dentro de ellas, el principio activo que estaba presente en la solución: "un sistema sencillo, que no presentaría problemas especiales para su implementación a nivel industrial", han informado las mismas fuentes.
Los autores del desarrollo son Daniel Maspoch, Inhar Imaz, Daniel Ruiz-Molina, investigadores del grupo NanoStructured Functional Materials (NanoSFun) del CIN2, y Jordi Hernando, investigador del Departamento de Química de la UAB.
Todos ellos firman el artículo que será portada de la revista de química Angewandte Chemie International Edition y que será publicado en la misma como uno de los trabajos destacados.
Noticia publicada en Terra (España)