Investigadores del Centro de Investigaciones en Ciencias Geológicas de la Universidad de Costa Rica detectaron profundas aberturas en tres de los cuatro lados del cráter activo del coloso de 2.708 metros de altura.
Por su parte, el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica, que depende de la Universidad Nacional, informó este sábado que aumentaron las fumarolas en el volcán, enclavado sobre una cadena montañosa a unos 40 km de San José.
Los vulcanólogos evalúan esa situación e intensificaron el monitoreo, pero el Observatorio dijo que es "poco probable" un aumento de la actividad o que haya erupción.
"La intensificación momentánea de la actividad fumarólica en el cráter activo del volcán Poás es resultado de la desestabilización del sistema volcánico-hidrotermal del Poás", indicó el Observatorio en un comunicado.
Aunque expertos explicaron que el debilitamiento interno no implica una posible entrada en erupción del Poás, que recibe millares de turistas cada año para apreciar la gran variedad de especies animales y vegetales del parque nacional de casi 6.500 hectáreas donde se encuentra.
"A simple vista se observa la magnitud de las grietas que le quedaron al volcán. Son fracturas abiertas que lo desestabilizan", dijo el geólogo Raúl Mora al diario La Nación.
Precisó que hubo deslizamientos de rocas en el interior del cráter de hasta ocho metros de diámetro, lo mismo que ceniza, situación que desestabiliza al volcán.
Otra variación interna detectada es el calentamiento del agua de la laguna de 300 metros de diámetro que hay dentro del cráter, que subió de 40 a 53 grados celsius tras el terremoto del jueves.
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