El propósito científico es esclarecer mitos y realidades en torno a este fenómeno global, que ha existido desde hace millones de años, pues es un proceso natural, tras ejemplificar que así como existe el día y la noche, el verano y el invierno, existe el calentamiento y el enfriamiento global, explicó el especialista.
Agregó que factores como la contaminación de la tierra, del agua, del aire, la deforestación, la quema de bosques y la extinción de especies, entre otros, es responsabilidad exclusiva del hombre, y no del cambio climático, aunque tampoco se pueden soslayar factores externos como el comportamiento del Sol, o internos, como erupciones volcánicas, y actividad antropogénica (humana).
Sin embargo, investigadores del IGf diagnosticaron que tanto el calentamiento como el enfriamiento global, son fenómenos que se alternan aproximadamente cada 100 años, pues forman parte de un ciclo natural de la Tierra.
En el 2002, indicó, científicos del IGf desarrollaron un modelo físico denominado ELSY, que ha permitido corroborar la vinculación entre los periodos máximos y mínimos de actividad secular del astro rey, los calentamientos globales, y mini-eras del hielo terrestres en los últimos dos mil años.
Con ese sistema, se han planteado contextos relacionados en diferentes escalas de tiempo, que van de los próximos años, décadas, a los siguientes siglos; asimismo, se logró establecer la teoría de la mini-era del hielo del siglo XXI, que iniciará en 2010, y durará entre 60 y 80 años, a causa de la disminución de la actividad solar.
El investigador, comentó que otro de los cuestionamientos internacionales es el derretimiento de los glaciares, pues en el verano del 2007 el área de hielo en el Polo Norte disminuyó, mientras que en el Polo Sur la superficie helada fue de 16 millones de kilómetros cuadrados, el máximo registro que se tiene sobre dichos fenómenos, mismos que alertaron a la comunidad científica internacional porque nunca se habían observado en la vida moderna.
De acuerdo a estudios realizados por el académico, las causas de los retrocesos y avances son complejas debido a que influyen factores como la temperatura y la precipitación de la nieve; sin embargo, existen glaciares que muestran un retroceso desde mediados del siglo XIX, y otros que indican aumento en el XXI.
El investigador explicó que los hielos de los Alpes y de los Pirineos alcanzaron, hacia mediados de la centuria antepasada, las posiciones más avanzadas de los últimos mil años y de nuevo comenzaron a desaparecer. La montaña más alta de Canadá, el monte Logan, en la frontera con Alaska, ha registrado un aumento de las precipitaciones de nieve desde 1950. El glaciar Franz-Josef de Nueva Zelanda, avanzó dos kilómetros en la década de los 90, señaló.
Respecto a la extinción de osos polares, el experto aclaró que no es por el cambio climático sino por la cacería indiscriminada, ya que cada año se permite atrapar legalmente, a más de 500 ejemplares, además, uno de sus principales alimentos de los osos polares es la foca, especie que también está a punto de ser declarada en peligro de extinción.
Noticia publicada en Olor a Mi Tierra (México)