En el 2007, la sonda descubrió que la mayoría de las pérdidas atmosféricas al espacio se producen en la parte nocturna del planeta. Estos dos descubrimientos permiten a los científicos conocer mas de cerca lo que pasó en Venus con el agua que se sospecha que antaño fuera tan abundante como lo es en la Tierra.
El magnetómetro de la sonda (MAG) detectó la firma inequívoca de gas hidrógeno que estaba siendo desgarrado del lado diurno. “Este es un proceso que pensábamos que ocurriría en Venus, pero ésta es la primera vez que lo medimos”, decía Magda Delva, de la Academia Australiana de Ciencias en Graz, que lidera esta investigación.
Gracias a su cuidadosamente elegida órbita, Venus Express está situada estratégicamente para investigar este tipo de procesos; la sonda viaja en una trayectoria altamente elíptica que barre los polos del planeta.
El agua es una molécula clave en la Tierra, debido a que hace posible la vida. Teniendo la Tierra y Venus aproximadamente el mismo tamaño, y habiendo sido formados la vez, los astrónomos creen que ambos planetas comenzaron muy posiblemente con la misma cantidad del preciado líquido. Sin embargo, las proporciones de agua en cada planeta son extremadamente diferentes. La atmósfera de la Tierra y sus océanos contienen 100.000 veces mas agua que Venus. A pesar de la baja concentración de agua en Venus, Delva y sus colaboradores encontraron que unos 2 x 1014 núcleos de hidrógeno, constituyente de la molécula de agua, se pierden cada segundo en el espacio desde el lado diurno de Venus.
En el año 2007, el Analizador de Plasma Espacial y Átomos Energéticos (ASPERA) a bordo de Venus Express mostró que existe una gran pérdida de hidrógeno y oxígeno en el lado nocturno. Aproximadamente, escapan el doble de átomos de hidrógeno que de oxígeno. Como el agua contiene dos átomos de hidrógeno por uno de oxígeno, la pérdida observada nos indica que las moléculas de agua se disocian en la atmósfera de Venus.
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