"El sistema inmune tiene que modularse con el desarrollo del niño y las infecciones sirven para reforzarlo", explicó en rueda de prensa previa a su conferencia "Células madre y cáncer: importancia de la hipótesis científica en el correcto abordaje de un proyecto biomédico", que ofreció esta tarde en la sede de la Sociedad Internacional de Bioética (SIBI) en Gijón.
Esta afirmación es una de las conclusiones de un estudio realizado recientemente sobre el comportamiento de los padres con sus hijos sobre la higiene infantil, en el que se evaluaron a 5.000 pequeños matriculados en guarderías y otros 5.000 que permanecían en casa con sus familiares. "Los niños que van a la guardería están expuestos a muchas infecciones pero eso refuerza su sistema inmunológico", remarcó.
Además, indicó que entre el 50 y el 60 por ciento de los cánceres infantiles se desarrollan porque la mutación ya estaba presente en el nacimiento. Por ello, en casos de leucemias y otros cánceres con mayor presencia en población infantil, los equipos de tratamiento piden la "prueba del talón", una pequeña extracción de sangre realizada en el momento del alumbramiento cuyo análisis puede detectar desórdenes metabólicos, de tal forma que se convierte en una "prueba inequívoca" para ver si la alteración ya se encontraba en el momento de nacer.
El investigador también señaló que los estudios que se realizan sobre cáncer infantil indican que dos gemelos monocigóticos tienen las mismas posibilidades de padecer cáncer. "Si un niño desarrolla cáncer su hermano gemelo también lo hará aunque tarde entre seis meses y un año, lo que indica que ambos compartieron la célula cancerígena durante la gestación", apuntó.
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