Un equipo de científicos estadounidenses desarrolló un sensor diminuto que puede detectar cantidades pequeñas de toxinas cancerígenas o evaluar la efectividad de un medicamento contra la enfermedad dentro de células vivas.
"Fabricamos un nanosensor muy pequeño que puede detectar moléculas generadoras de cáncer o fármacos terapéuticos importantes dentro de una sola célula viva", dijo Michael Strano, del Instituto de Tecnología de Massachusetts en Cambridge, quien trabajó en el estudio.
"Es mucho más chico que una célula viva de nuestro cuerpo", señaló Strano en una entrevista telefónica. "Es tan pequeño que puede colocarse en ambientes a los que no se puede acceder con sensores más grandes", agregó.
Strano indicó que los sensores están hechos de filamentos delgados de moléculas de carbono, conocidas como nanotubos de carbono.
Varios grupos de científicos están utilizando los nanomateriales, que son partículas miles de veces más pequeñas que el grosor de un cabello humano, para desarrollar nuevas formas de administrar fármacos en el cuerpo o mejorar el diagnóstico de una enfermedad.
Los sensores desarrollados por el equipo de Strano emiten una luz fluorescente que permite identificarlos. El investigador explicó que la señal lumínica cambia cuando los sensores interactúan con el ADN dentro de las células, lo que puede ayudar a identificar moléculas específicas.
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