En los últimos días el volcán Chaitén ha presentado un notable crecimiento de uno de los dos nuevos domos formados en el cráter, que ha generado derrumbes con desprendimientos de rocas, flujos y cenizas.
De acuerdo al último informe del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), “el crecimiento del domo ha estado acompañado emisiones gaseosas con un predominio de vapor de agua, aunque ocasionalmente se ha observado un incremento en la concentración de gases volcánicos, así como cambios de color en las columnas emitidas desde el Domo Nuevo 2”.
Las columnas de gases han alcanzado alturas de hasta dos kilómetros y las cenizas han sido dispersadas hacia el este.
El principal riesgo actual continúa siendo un eventual colapso de material hacia el río Chaitén y posibles erupciones laterales, ya que se desconoce la estabilidad de la pared sur del domo antiguo sobre el cual se han desarrollado dos domos nuevos.
El Sernageomin advirtió que “esta situación puede continuar por un tiempo indefinido, por lo tanto, el crecimiento de domos, los colapsos gravitacionales de éstos, la eventual generación de explosiones laterales, así como las variaciones en altura de la columna eruptiva, continuarán hasta que la erupción del volcán Chaitén finalice por completo”.
Además, el nuevo domo mantiene su crecimiento acelerado, por lo que podría alcanzar dimensiones aún mayores. “En consecuencia, la caldera se puede colmatar y comenzar a generarse desprendimientos rocosos fuera de ella. Los flujos de “bloques y cenizas” ya han comenzado a escurrir hacia el sur, amenazando la hoya del río Chaitén con nuevas acumulaciones de materiales volcánicos”.
Noticia publicada en Terra (Chile)