Los habitantes de la península ibérica utilizaban diversos cítricos como antídotos contra venenos. La ciencia moderna reveló que las naranjas amargas, tan apreciadas por aquellos españoles, tienen actividad digestiva, anticancerígena y anti-inflamatoria. Ciertos componentes de las naranjas, amargas o dulces, también mejoran la circulación sanguínea.
En los últimos tiempos, médicos y científicos han subrayado la importancia de los bioflavonoides – entre los cuales está la hesperidina que contienen las naranjas- para mejorar el estado general de salud y para tratar múltiples dolencias de una forma natural.
Los bioflavonoides son sustancias químicas que se encuentran naturalmente en ciertas plantas y alimentos, y que han demostrado disminuir la incidencia de enfermedades como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y las alteraciones inmunológicas.
Entre los flavonoides se encuentra la hesperidina, presente abundantemente en cítricos como la naranja y el limón. En la Argentina se conoce hace décadas como "tónico" digestivo y de bienestar general. A partir de la década del "90 algunos flavonoides comenzaron a ganar una gran reputación como antioxidantes y protectores del corazón.
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