Watt cuenta con un nuevo tipo de pista de baile que cosecha la energía generada por brincos y movimientos y la transforma en electricidad. Es una de un puñado de pistas generadoras de energía en el mundo, la mayor parte de ellas aún experimental.
Con su ingeniería humana, Watt, se autoabastece parcialmente de energía: entre mejor esté la música, más baila la gente y más electricidad se genera de la pista.
En Watt, que se describe como el primer club de baile sustentable, esa electricidad es usada como fuente de energía para el espectáculo de luces en y alrededor de la pista. “Pensamos que era útil que la guente viera los resultados en este primer club”, expresó Michel Smit, asesor del proyecto. “Sin embargo, si el siguiente propietario quiere usar la electricidad para hacer funcionar su tostador, puede hacerlo con la misma eficacia”.
Watt es, en gran parte, creación de Sustainable Dance Club, compañía innovadora formada el año pasado por un grupo de inventores, ingenieros e inversionistas ecologistas holandeses, actualmente encabezado por Smit. Watt, cuya construcción tardó más de un año, es un enorme espacio para el entretenimiento que no sólo cuenta con una pista de baile sustentable, sino también sanitarios alimentados con agua de lluvia y bares de poco desperdicio (todo es reciclado). Su calor es cosechado en parte de los amplificadores y demás equipo musical de los grupos.
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