El descubrimiento podría significar que algunos medicamentos modernos en base a anticuerpos, diseñados para modificar el sistema inmune y que se utilizan contra otras enfermedades, algún día permitirían combatir la condición neurológica.
Un estudio con ratones demostró cómo las células inmunes que se adhieren a los vasos sanguíneos del cerebro causaban inflamación, lo que contribuía al desarrollo de ataques epilépticos, indicó el equipo de Gabriela Constantin, de la Universidad de Verona, en Italia.
El hallazgo podría conducir al desarrollo de nuevos tratamientos para prevenir la condición, que afecta a alrededor del 1 por ciento de la población mundial, dijo Constantin, quien dirigió el estudio publicado en la revista Nature Medicine.
"Anteriormente no se sospechaba que este mecanismo estuviese involucrado en la epilepsia", señaló la experta durante una entrevista telefónica.
La epilepsia es considerada incurable, pero las medicinas pueden controlar las convulsiones en la mayoría de las personas que padecen el desorden neurológico común, aunque a veces pueden tener efectos colaterales graves.
Muchas convulsiones, que son provocadas por un exceso de actividad eléctrica en el cerebro, incluyen pérdida de la consciencia, con movimientos bruscos y temblores corporales. Las personas que tienen más de un ataque son consideradas epilépticas.
Los investigadores revelaron que durante una convulsión, el cerebro emite un químico que provoca que los glóbulos blancos, o leucocitos, se adhieran a los vasos sanguíneos. Las células inmunes protegen al cuerpo de las amenazas como bacterias, virus e infecciones.
Pero, en los ratones, cuando esas células inmunes se adherían a los vasos sanguíneos del cerebro causaban daño al generar moléculas que causaban inflamación y contribuían a las convulsiones en los roedores, dijo Constantin.
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