Las hembras de "Homo erectus" tenían pelvis amplias y grandes para dar a luz a bebés de gran cerebro, según un estudio de la Universidad de la Reserva Case Western en Cleveland (Estados Unidos) que se publica en la revista "Science". Los investigadores han recuperado y restaurado una pelvis casi completa de una hembra adulta de "H. Erectus" procedente de Gona, en Etiopia.
Se cree que el "H. Erectus" fue el primer homínido que dejó África y podría haber sido el primero también en controlar el fuego. Según el esqueleto de un joven varón, el denominado "chico de Turkana", los investigadores concluyeron que el "H. Erectus" tenía una talla alta, una complexión delgada, posiblemente derivada de una adaptación al ambiente cálido tropical o debido a sus capacidades para la carrera.
Una pelvis estrecha en las mujeres podría también haber implicado que los niños "H. Erectus" nacían con cerebros relativamente pequeños que crecían de forma drástica después del nacimiento, una característica considerada única de los humanos modernos.
Sin embargo, la forma de la pelvis descubierta ahora sugiere que los bebés de "H. Erectus" eran un 30% más grandes de lo que se pensaba y que tenían una tasa similar de crecimiento cerebral a la de los humanos pero una tasa de crecimiento del cerebro y el cuerpo después del nacimiento que se situaría entre la de chimpancés y humanos.
Los investigadores concluyen que la necesidad de dar a luz bebés con cerebros más grandes era el principal motivo de la forma de la pelvis de la hembra "H. Erectus", poniendo en duda las ideas de que la adaptación a los climas tropicales o la capacidad para la carrera eran responsables de la determinación de la forma de la pelvis en esta especie.
Noticia publicada en Gaceta (España)