En el mundo animal podría emplearse el engaño como estrategia de supervivencia de manera bastante más común de lo que hasta ahora se creía, según demuestran los resultados de un estudio de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sídney (Australia) que se publica en la revista Functional Ecology.
Los investigadores han descubierto que los machos de algunas especies de cangrejos "mienten" sobre su capacidad para combatir al desarrollar grandes pinzas que los hacen parecer fuertes y poderosos aunque en realidad sean débiles y endebles.
Los cangrejos de mar son un modelo ideal para el estudio del engaño en las señales animales dirigidas a mostrar la fuerza propia al oponente. Estos cangrejos macho tienen una pinza exageradamente grande que usan para atraer a las hembras o combatir con sus rivales y, si la pierden durante sus enfrentamientos, puede volver a crecer.
En la mayoría de las especies la nueva pinza es idéntica a la perdida pero, en otras, la pinza crece siendo más ligera y menos dura aunque se parece a la original.
Saber engañar al oponente
Según Simon Lailvaux, profesor de la universidad australiana y director del estudio, "lo que realmente interesa de este engaño es que los otros machos no pueden distinguir estas pinzas falsas de las normales. Los machos se miden en tamaño antes de los combates y mostrar la gran pinza es una parte importante del proceso".
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