Pasaron más de dos años para que científicos de la Universidad del Valle pudieran demostrar que no fue azar, sino una epidemia lo que vivió la capital vallecaucana entre finales del 2004 y comienzos del 2005, cuando nacieron ocho bebés "cíclopes" y "sirenas".
El hallazgo fue producto de la investigación "Análisis y búsqueda de factores etiológicos relacionados con la ocurrencia inusual de casos de sirenomelia (bebés con extremidades inferiores unidas) y ciclopía (con un sólo ojo) en el Hospital Universitario del Valle", que ganó el Premio al Mejor Trabajo Libre del V Congreso Mundial de Perinatología de Países en Desarrollo, en Cartagena en mayo pasado.
Los investigadores fueron el médico ginecobstetra Wílmar Saldarriaga; Carolina Isaza, vicerrectora de Investigaciones de Univalle; el estudiante de doctorado Harry Pachahoa, y cinco médicos de la Especialización en Ginecología y Obstetricia del Grupo de Investigación en malformaciones congénitas perinatales y dismorfologías (Macos), reconocido por Colciencias en la categoría B.
Sus hallazgos dieron pistas clave para determinar las causas de las malformaciones que, pese a que muchos caleños desconocieron en su momento, tuvieron en alerta al sistema de
salud.
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