Diversos estudios realizados a partir de material fosilizado de neandertales, arrojaron que esta especie extinta y los humanos modernos compartían el 99.5 por ciento de los genes, aunque no se hallaron evidencias de mezcla o hibridación entre ambas, no obstante que coexistieron durante más de 15 mil años.
La investigación, iniciada en 1997 por Svante Paabo, director del departamento de genética del Instituto Max Plank de Antropología Evolutiva, en Alemania, está encaminada a sencuenciar el genoma del hombre de neandertal en su totalidad.
El proyecto del biólogo molecular ha tenido varias fases de investigación: en la primera se descubrió que la separación de ambas especies ocurrió hace 500 mil años; la segunda arrojó las semejanzas de éstas y en la tercera se buscan las diferencias entre las dos, ante la posibilidad de que haya habido alguna cruza.
En declaraciones publicadas en diversos medios periodísticos, el investigador ha señalado que el resultado de esta última fase resultará muy interesante porque indicará qué genes son realmente exclusivos del hombre moderno y no de aquellos parientes extintos.
La mayoría de esas diferencias genéticas carecerán de función importante, pero algunas pueden tenerla, como es el caso del cerebro, en el que el especialista argumentó que "los neandertales tenían un cerebro tan grande como el nuestro, pero puede que el nuestro funcione de modo algo distinto".
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