Además de agitar el suelo de lado a lado, los terremotos pueden también elevarlo verticalmente, como si la superficie de la Tierra estuviera rebotando sobre un trampolín, según un estudio del Instituto Nacional de Ciencias de la Tierra y Prevención de Desastres en Tsukuba (Japón) que se publica en la revista Science.
Un terremoto que tuvo lugar en el norte de Japón el pasado mes de junio ha revelado un rápido movimiento hacia arriba que no puede explicarse utilizando los modelos existentes de respuesta de superficie. Los investigadores, dirigidos por Shin Aoi, han analizado los datos sísmicos registrados durante este temblor que tuvo una magnitud de 7,2, provocó la muerte de 9 personas y heridas en otras 200.
Entonces, el suelo botó hacia arriba y hacia abajo con la superficie acelerando a una tasa cuatro veces mayor que la de la gravedad, según sus estudios. Para explicarlo, los autores proponen un escenario en el que la capa de suelo más superficial está "saltando" sobre un trampolín formado por una corteza subyacente.
Este descubrimiento podrían ayudar a los ingenieros a diseñar edificios que puedan soportar fuertes movimientos en zonas proclives a los terremotos, según han explicado los científicos.
Noticia publicada en ADN (España)