Los resultados de un estudio sobre la gestión de la certeza por parte de unas ratas entrenadas en laboratorio, ponen en cuestión que la capacidad de hacer una elección en función de la confianza o desconfianza que se tenga en las alternativas ofrecidas sea exclusivamente humana.
La investigación, que fue realizada por Zachary Mainen, coordinador del programa de neurociencias de la Fundación Champalimaud, de Lisboa, se basó en el análisis del comportamiento de los roedores, además de en registros neuronales combinados con modelización computacional.
Según explica Mainen en un artículo aparecido al respecto en la revista Nature, mientras los estadistas utilizan medidas y valores para asignar grados de confianza a cada propuesta, poco se sabe sobre cómo el cerebro calcula la certidumbre acerca de nuestras decisiones.
Mezcla de sensaciones
La Fundación Champalimaud explica en un comunicado que los científicos adiestraron a las ratas en el Cold Spring Harbor Laboratory, de Estados Unidos, para que éstas aprendieran a tomar decisiones de diversa dificultad.
Dado que las ratas destacan por su sentido del olfato, estas decisiones consistían en reconocer, a cambio de una recompensa, un olor más o menos intenso en una mezcla de dos productos químicos. El grado de dificultad de la decisión podía manipularse, en función de la cantidad de cada producto químico presente en la mezcla.
Esta tarea sería parecida a preguntarle a una persona si una combinación del color azul o del color verde es más azul o más verde. La certidumbre sería mayor si dicha combinación es mayormente azul o verde, mientras que se reduciría cuanto más parecidas fueran las cantidades de cada color.
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