Científicos del Instituto de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Londres explican que la sensación que se experimenta cuando nos hacen cosquillas, causa en primer lugar, una sensación de miedo y defensa natural muy similar a la respuesta física que desencadena nuestro organismo contra los bichos o arañas.
La mayor parte de los seres humanos tiene una una zona del cuerpo que es sensible a las cosquillas, la que sería difícil de identificar. Aunque para ciertas personas se ubica por encima de las rodillas, para otros en el cuello y nuca, y los costados del abdomen. Y para la mayoría la planta de los pies es una zona irresistible, ya que serían las más sensibles a las cosquillas.
Según publica el sitio español Soitu.es, cuando se una persona le hace cosquillas a otra, se produce una respuesta incontrolada de risa, lo que aumenta cuando se hace de forma repentina y sorpresiva.
Esa cierta sensación de pánico al principio y de incomodidad, se torna más fuerte al igual que las cosquillas. Por eso el factor sorpresa sería fundamental para matar a alguien de risa. Incluso, algunos van más allá y se ríen de sólo imaginarse la sensación.
Sarah-Jayne Blakemore, investigadora de la Universidad de Londres explica las razones por las que uno mismo no puede hacerse cosquillas.
Según la especialista, "la respuesta reside en la parte trasera (e inferior) del cerebro, un área llamada cerebelo, que está involucrada en el control de los movimientos".
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