El descubrimiento desafía la teoría de que la dominancia y agresividad masculinas deben tener un vínculo causal con la conducta de caza, una idea que mantienen los primeros modelos de la evolución de la agresividad en humanos y en los primates no humanos.
En las comunidades de primates bonobos las hembras se encuentran en la cúspide de la pirámide social y se pensaba que los machos comían sólo carne de antílopes, ardillas y roedores. Según explica Gottfried Hohmann, director principal del estudio, "estos descubrimientos son particularmente relevantes para el debate sobre la dominancia, vinculación, agresión y caza de los machos, un dominio que se creía distinto entre chimpancés y bonobos".
Hohmann señala que en el caso de los chimpancés, la dominancia masculina se asocia con la violencia física, la caza y el consumo de carne. "Por inferencia, la carencia de dominancia masculina y violencia física a menudo se utiliza para explicar la relativa ausencia de caza y consumo de carne en los bonobos. Nuestras observaciones sugieren que, en contraste con hipótesis previas, estas conductas podrían persistir en sociedades con relaciones sociales diferentes".
Los bonobos viven sólo en los bosques de las tierras bajas al sur del río Congo y, junto con los chimpancés, son en el ámbito evolutivo los primates más cercanos a los humanos. Los bonobos son conocidos por su promiscuidad, ya que los actos sexuales del mismo y distinto sexo son comunes como forma de bienvenida, resolución de problemas o reconciliación después de los conflictos.
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