Un equipo del Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña, formado por 21 investigadores y liderados por el director científico del Instituto de Investigación Biomédica de La Coruña (INIBIC) y reumatólogo del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, el doctor Francisco Blanco, ha descubierto que una alteración genética producida en la mitocondria, encargada de proporcionar energía a las células del cuerpo humano, es una de las causantes de la artrosis.
Este descubrimiento, el primero a nivel mundial que demuestra una susceptibilidad genética en el ADN mitocondrial, muestra existe un grupo de personas más vulnerables que otras a padecer artrosis. Asimismo, abre nuevas líneas para la explicación del origen de la enfermedad, una detección más temprana y la aparición de nuevos tratamientos más eficaces.
Así, del estudio desprende que pacientes con artrosis de rodilla que portan el haplogrupo U, las alteraciones genéticas que se producen en la mitocondria --cuyo ADN se transmite sólo por la madre-- influyen en la destrucción del cartílago articular y acaba produciendo una artrosis de rodilla más severa. Por el contrario, en las personas que portan el haplogrupo J, las alteraciones genéticas mitocondriales que se producen favorecen la defensa ante la artrosis de rodilla y tienen menos riesgo de desarrollar la enfermedad.
Por otra parte, han descubierto como los pacientes que padecen artrosis tienen unos niveles más bajos del superóxido dismutasa mitocondrial (SOD2 ), una enzima que se encarga de destruir los radicales libres de oxígeno, causantes del daño en la articulación y que, a la larga, provocan la artrosis.
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