Ahora, gracias a un nuevo hallazgo científico, quizás estamos cerca de encontrar la respuesta.
Investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en ingles) en Estados Unidos, encontraron la forma de producir en masa receptores olfativos en el laboratorio.
Y esto, dicen, podrá conducir a la creación de "narices artificiales" que tendrían numerosas aplicaciones médicas y tecnológicas, como la detección de bombas y drogas en aeropuertos.
El hallazgo, dicen los científicos en la publicación Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS, Actas de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU.), podría reemplazar en el futuro a los perros de búsqueda y detección.
"El olfato es uno de los sentidos más primitivos y más complejos" dice el profesor Shuguang Zhang, director del Centro de Ingeniería Biomédica del MIT y principal autor del estudio.
"Y continúa siendo un enigma", agrega.
Estructura
Los científicos pasaron varios años intentando desarrollar un método para aislar y purificar las proteínas sin que perdieran su estructura y su función.
Y al fin lograron desarrollar una técnica que involucra una síntesis libre de células y que utiliza un extracto de germen de trigo disponible en el mercado.
Así lograron producir un receptor y aislar la proteína a través de varias etapas de purificación.
Con este método -dicen los autores- "se pueden producir rápidamente grandes cantidades de proteína, suficientes para poder estudiar detalladamente su estructura y sus funciones".
Los científicos ahora planean trabajar en el desarrollo de una nariz artificial, que sería un dispositivo capaz de identificar una gama de olores.
Este aparato -dice el profesor Zhang- "podría usarse en medicina para el diagnóstico temprano de ciertas enfermedades que producen olores distintivos, como la diabetes o los cánceres de pulmón, vejiga y piel".
Noticia completa en BBC News (Reino Unido)