Las más recientes investigaciones sobre la alimentación de los neandertales ("Homo neanderthalensis"), publicadas hace tan sólo unas semanas, aclaraban que la dieta de estos homínidos estaba basada de forma casi exclusiva por grandes herbívoros. Los científicos pudieron llegar a esta conclusión tras analizar la composición atómica de los restos de los neandertales y de sus posibles presas. Las variedades (isótopos) de los átomos de nitrógeno presente en los homínidos encajaba con la de ciervos, cabras y jabalíes, pero no con la de otros animales carnívoros ni tampoco con la del pescado y los animales marinos.
Sin embargo, el hallazgo de dos yacimientos en el peñón de Gibraltar, junto a la provincia de Cádiz, donde comparten estrato geológico los restos de herramientas y de huesos neandertales con fósiles de foca, delfín, moluscos y peces ha puesto patas arriba los resultados anteriores. Los autores del descubrimiento, publicado hoy en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), sugieren en su trabajo que es necesario realizar un análisis isotópico del nitrógeno más completo en las zonas costeras.
«No es un trabajo fácil», admite a EL MUNDO la investigadora del CSIC Yolanda Fernández-Jalvo, coautora de la investigación, «porque hay muy pocos lugares costeros como estas cuevas de Gibraltar, que estén elevados y permitan que los restos no se inunden y se conserven bien». En Gorham y en Vanguard, como se llaman las grutas situadas frente al mar que albergan los yacimientos, se han encontrado tres «momentos de ocupación» neandertal, pertenecientes al paleolítico medio (hace más de 30.000 años) que coincidieron con las épocas de cría de las focas (Monachus monachus).
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