El experimento mostró que existen células cerebrales que de manera individual se activan no sólo al ver escenas humorísticas, sino que también se activan cada vez que la persona recuerda esos episodios. Esas mismas células permanecían inactivas al ver otras escenas no jocosas.
Para analizar este comportamiento, el equipo, liderado por el doctor Hagar Gelbard-Sagiv, del Instituto de Ciencia Weizmann, Rehovot, Israel, y el profesor Itzhak Fried, de la Universidad de California, Los Ángeles, implantaron electrodos en los cerebros de 13 pacientes epilépticos, colocados para detectar dónde se inician los ataques que sufren.
Esos mismos electrodos los pudieron emplear, mientras mostraban las escenas cómicas, para monitorizar células cerebrales individuales del hipocampo, que es una estructura que juega un papel importante en la memoria. Cuando los pacientes recordaron las escenas minutos más tarde, las mismas células se activaron otra vez, hecho que asombró por lo específico de la localización de estas células.
Las células fueron ubicadas en un paciente en el córtex entorrino del hipocampo, donde una célula nerviosa respondía muy acentuadamente al ver 48 diferentes episodios de los Simpsons, más de 15 veces por segundo, en contraste con un par de veces por segundo o ninguno ante otros episodios. Esta activación duraba varios segundos y continuaba incluso después del término de la visualización de la escena.
Los investigadores creen que, debido a la gran cantidad de experiencias y cultura de la gente, cada célula responde probablemente a más de una escena, pero todavía no se comprenden las reglas que operan para seleccionar las células que deben responder a los estímulos de las escenas de humor.
Noticia completa en Con Nuestro Perú