Estudios internacionales recientes a nivel químico y farmacológico comprueban las propiedades preventivas y curativas del vino, atribuidas por la medicina tradicional, que van desde un antinflamatorio hasta neuroprotector de enfermedades como Alzheimer y Parkinson.
Al respecto, la doctora en ciencias biológicas María Gabriela Rojas Bribiesca Indicó que publicaciones recopiladas por su equipo trabajo revelan que este producto de la vid, tiene compuestos activos que producen propiedades curativas a diversos padecimientos, como la reducción de los índices de colesterol, retardar el envejecimiento, favorece pérdida de peso y circulación de la sangre, además de brindar protección contra infecciones, enfermedades cardiacas, neuronales y tumores cancerígenos.
Lo anterior se dio a conocer durante el X Congreso Internacional de Salud-Enfermedad, de la Prehistoria al Siglo XXI, organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Rojas Bribiesca añadió que la uva contiene carbohidratos, minerales y vitaminas que, aunados a sus bajas concentraciones de lípidos y proteínas, representa una fuente de energía y nutrientes.
Explica que en la piel de la uva se encuentra el elemento más importante: el resveratrol -pigmentos rojos que dan color al fruto-. Entre sus beneficios destacan su acción antinflamatoria, cardioprotector, antiarrítmico, antioxidante, antiviral, anticolesteroniante, vasodilatador, anticancerígeno y neuroprotector de enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson.
Estos mismos elementos, dice, colaboran en la inhibición de la agregación plaquetaria, por lo que ayuda a evitar la formación de coágulos causantes de embolias cerebrales y corporales. Señala que el ácido gálico, también presente en el fruto, produce propiedades apoptóticas –muerte celular–, factor determinante en el combate de cáncer.
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