Los científicos estadounidenses han trazado la cascada de cambios genéticos que transforman las células normales del cerebro y el páncreas en dos de los cánceres más mortíferos. El resultado brinda un nuevo enfoque para combatir los tumores malignos y quizá detectarlos incluso antes.
Los genes causantes del tumor cerebral en un paciente fueron diferentes a los causantes en otro, lo que complicó la genética de esa dolencia.
Pero los investigadores descubrieron además que racimos de genes diferentes se desarrollaron y funcionaron de la misma forma. Así que en lugar de seguir la técnica actual de diseñar fármacos destinados a un solo gen, el objetivo es diseñar todo un conjunto compartido por la mayoría de los pacientes. Es como repartir el correo a un buzón comunal de un callejón sin salida en lugar de repartirlo casa por casa.
Los tres estudios, publicados en las revistas Science y Nature, son un hito en la genética del cáncer.
"Esta es la próxima ola" de fármacos y técnicas, comentó el doctor Phillip Febbo, del Instituto para Ciencias del Genoma y Política de la Universidad Duke, que no participó en el estudio. "Lo realmente importante es que financiar esos dos elementos comunes sugiere que existen intervenciones terapéuticas que puede ayudar a la totalidad del grupo".
Noticia completa en Housto Chronicle (EEUU)