Expertos de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda) y de la Universidad de Cambridge, han descubierto el papel crucial que juega en el proceso de la ovulación una pequeña molécula de proteína del cerebro llamada kisspeptin y que podría convertirse en la clave para la elaboración de nuevas terapias para combatir la infertilidad.
Este estudio, publicado en el último número de "Journal of Neuroscience" y dirigido por el profesor de Otago Allan Herbison, aporta la primera prueba de que kisspeptin, conocida por ser una proteína esencial en el proceso que impulsa el inicio de la pubertad, es esencial también para la ovulación en mujeres adultas.
A través del estudio de las ratas, los investigadores descubrieron que la comunicación entre kisspeptin y su receptor celular GPR54 es vital para activar las hormonas liberadoras de gonadotrofinas (GnRH), las células nerviosas conocidas por poner en marcha la ovulación.
Según explicó en un comunicado el director de este trabajo, el "emocionante" descubrimiento, "ya que los científicos han estado trabajando durante más de 30 años precisamente para averiguar cómo controla el cerebro el proceso de ovulación". "El estudio revela un nexo crucial en la parte del cerebro responsable del proceso", acotó.
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