Aunque ya se ha estudiado bastante en países como Estados Unidos y Japón, que cuentan con poblaciones con un alto uso de tecnología, la especialista destaca que el tema en México es poco conocido, pero está vigente. De la población mexicana que padece estrés, se estima que 25% presenta síntomas relacionados con la tecnología y el trabajo.
El tecnoestrés, explica la especialista, se presenta en tres momentos: el primero cuando la persona se enfrenta a las miles de opciones que ofrece la tecnología y que no sabe cómo adaptarla a sus necesidades.
Por ejemplo, añade, cada día se vuelve más difícil elegir un celular, una laptop, una televisión o hasta un microondas, por las miles de opciones que hay en el mercado nacional. El segundo momento que una persona puede sufrir de tecnoestrés es cuando “ya adquirimos esta tecnología y la hicimos parte de nuestra vida, pero nos enfrentamos a dificultades en su uso”.
Por ejemplo, agrega, qué hacer cuando se congela tu computadora, cómo conectar una pantalla con su home theater, cómo operar un iPod o cómo utilizar una lavadora que tiene miles de botones.
El tercer momento generador de estrés ligado a la tecnología es cuando el aparato deja de ser de última generación y empieza a ser rebasado por nuevos modelos o volverse obsoleto, o bien, cuando presenta fallas.
María Teresa Pinelo asegura que en este último punto, hay personas que se angustian por tener lo más actualizado en aparatos tecnológicos, lo que ocasiona que gasten más dinero para obtenerlo.
Noticia en El Siglo de Torreón (México)