Un equipo de investigadores del Instituto Cajal, que pertenece al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que el gen de la adrenomedulina, implicado en diversas patologías, protege el cerebro de la ansiedad y el estrés.
Según los resultados del estudio, realizado con ratones y publicado en la revista «Proceedings of the National Academy of Science» («PNAS»), la ausencia de este gen hace que los animales sin adrenomedulina cerebral sean mucho más sensibles a los agentes que dañan el cerebro.
Los investigadores habían descrito con anterioridad que el cerebro, en condiciones normales, presenta niveles altos de esta sustancia, que además lo protege tanto de agresiones externas -isquemias, traumatismos- como internas -estrés y ansiedad-.
Alfredo Martínez, investigador del CSIC que ha dirigido el trabajo, comenta: «En la actualidad estamos trabajando en la búsqueda de fármacos que puedan aumentar la acción de la adrenomedulina cerebral y, de ese modo, poder frenar el daño cerebral».
Noticia publicada en La Nueva España