Dos genes que influyen en la actividad de las células nerviosas del cerebro pueden tener un rol clave en el riesgo de que una persona sufra de trastorno bipolar, marcado por dramáticos cambios que pueden ir de la depresión a una conducta maniática, dijeron investigadores en un estudio reciente.
Probablemente los resultados del estudio no conducirán a realizar exámenes genéticos para evaluar el riesgo de la enfermedad, pero podrían ayudar a revelar el misterio de cómo surge y contribuir a encontrar mejores tratamientos, informaron en la revista Nature Genetics.
Un equipo internacional de científicos examinó los genomas de 10.596 personas, principalmente de Gran Bretaña y Estados Unidos, entre las cuales 4.387 tenían trastorno bipolar, también conocido como enfermedad maníaco-depresiva.
Los investigadores encontraron que aquellos con la enfermedad presentaban más probabilidad de tener ciertas variantes de los genes ANK3 y CACNA1C. Las proteínas generadas por ambos genes ayudan a controlar el flujo de iones de sodio y calcio en las neuronas del cerebro, influenciando la actividad de estas células nerviosas.
"La importancia clave de esto es que nos da una idea clara de los tipos de químicos y mecanismos en el cerebro que están involucrados en el trastorno bipolar," dijo en una entrevista telefónica Nick Craddock, de la Universidad de Cardiff, en Gran Bretaña, quien ayudó a conducir el estudio.
"Dentro de unos años, eso ayudará a los investigadores a desarrollar mejores enfoques para hacer diagnósticos y tratamientos."
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