Arqueólogos estadounidenses descubrieron por casualidad el mayor cementerio conocido de la edad de piedra en el Sahara, que aporta datos sin precedentes sobre la vida en este desierto durante su periodo húmedo.
Bautizado Gobero, este yacimiento arqueológico de gran riqueza que se remonta a 10.000 años se sitúa en el desierto del Teneré, en la parte central del Sahara en Níger. Contiene esqueletos humanos y de animales, entre los cuales grandes peces de lago y cocodrilos de muy gran tamaño.
Ubicado cerca de las márgenes de un antiguo lago, el sitio estaba inmaculado y sin dudas nunca había sido explorado, explicó Paul Sereno, paleontólogo de la Universidad de Chicago (Illinois), que realizó el descubrimiento junto a un equipo de investigadores cuando trabajaban en ese sitio rico en fósiles de dinosaurios. "Por todos los lugares donde mirábamos había osamentas pertenecientes a animales que no viven en el desierto y entonces me di cuenta que nos habíamos remontado en el tiempo a la época del Sahara verde y húmedo", comentó en un comunicado.
Los científicos pudieron ver decenas de osamentas humanas fosilizadas que se asomaron a la superficie gracias al viento caliente del Sahara, como una mandíbula con casi todos sus dientes y el esqueleto de una pequeña mano que salía de la arena con los huesos de los dedos intactos. Además de osamentas humanas y de animales, los arqueólogos encontraron puntas de arpones, instrumentos de piedra, fragmentos de alfarería y pequeños objetos decorativos.
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