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Las plantas pueden actuar como fábricas seguras y rápidas en la producción de anticuerpos para tratamientos farmacéuticos personalizados frente a formas comunes de cáncer, según se desprende de los nuevos descubrimientos de la Stanford University School of Medicine. Estas investigaciones se derivan de los primeros ensayos en humanos realizados con una vacuna con anticuerpos procedentes de la planta del tabaco.

El equipo investigador incluye científicos de Stanford, Touro University in Vallejo, California, y a las compañías de biotecnología Large Scale Biology, CBR International, Bayer HealthCare, Integrated Biomolecule, The Biologics Consulting Group y Holtz Biopharma Consulting. Bayer también utiliza en algunas investigaciones la planta del tabaco en Alemania.

Resultados tempranos

Cada año se diagnostican unos 16.000 casos de cáncer de linfoma folicular de células B, una clase de linfoma non-Hodgkin"s que ataca al sistema inmune, cuya función es actuar de barrera en los humanos contra las infecciones y virus externos.

Esta enfermedad es crónica e incurable. El tratamiento estándar, la quimioterapia, tiene efectos secundarios tan severos que los pacientes optan por esperarse a los primeros síntomas de la enfermedad.

Sin embargo, las vacunas procedentes de esta planta, sin efectos secundarios, permiten una gestión de la enfermedad mucho más efectiva. “La idea es formar al sistema inmune del cuerpo para que luche contra el cáncer”, explican Robert K. y Helen K. Summy, profesores de la Stanford, y Ronald Levy, autor del estudio. Estos avances se han publicado en la página online del Proceedings of the National Academy of Science.

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