El "entierro" de un niño que perteneció a la cultura Tolteca y que pudo haberse realizado entre los años 900 y 1150 fue descubierto por arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la ciudad de Tula, en el Estado mexicano de Hidalgo (centro).
"Resultó ser un adoratorio pequeño pero que tiene todavía aplicación decorativa en la fachada con fragmentos de tepalcates o cerámica. La edad (del niño) se estima tenía de siete a diez años y se encontraron restos óseos, vasijas, ollas, cuencos y joyas", dijo a AFP Sergio Camarena, delegado de INAH en Hidalgo.
En el México ancestral era una tradición enterrar a los muertos con una ofrenda, integrada por objetos y animales que los acompañarían en su viaje al inframundo.
El hallazgo se hizo cuando se llevaban a cabo trabajos para remodelar la plaza central de la ciudad de Tula, donde los investigadores proponen adecuar "ventanas culturales" para que los visitantes puedan conocer este tipo de entierros.
A poca distancia de la ciudad de Tula se encuentra la zona arqueológica del mismo nombre y que fue la capital de la cultura Tolteca en la época precolombina, en el período post clásico temprano.
Tras el rescate del entierro los vestigios fueron trasladados a la zona arqueológica, donde se realizarán trabajos de investigación.
Noticia publicada en AFP Google