"El cerebro y el sistema nervioso son producto del desarrollo biológico, de la evolución; aparece en seres que necesitan moverse. Por eso no lo tienen los árboles". José María Delgado, uno de los más destacados científicos sevillanos, ha dedicado gran parte de su vida al estudio de este órgano rugoso y misterioso.
Catedrático de Fisiología en la Universidad Pablo de Olavide y director de su Laboratorio de Neurociencias, sorprendió en 2006 al mundo académico por su artículo en el Journal of Neuroscience sobre la sipnasis (el punto donde las neuronas se conectan entre sí), que fue calificado por Science (quizá la publicación científica internacional con más prestigio) como uno de los diez avances más destacados de aquel año.
Ahora, este científico formado en la Hispalense y universidades extranjeras como Oxford, Iowa o Nueva York, baja a la arena de la divulgación para explicar en Lenguajes del Cerebro (Letra Aurea) los avances en el conocimiento de este órgano gracias al cual amamos, odiamos o, simplemente, cambiamos de cara por una contrariedad. "Es un libro que puede leer cualquier persona con un nivel cultural medio, que evita caer en una excesiva simplificación que tergiversaría la cuestión. Quiero evitar esa frase que alguien dijo: Cada vez que leo un libro de divulgación aumenta el tamaño de mi ignorancia".
El estudio del cerebro es algo más que una cuestión científica o de interés médico, y nos acerca a problemas metafísicos como la existencia o no del alma y el último sentido del ser humano. Para José María Delgado no hay duda de que "el yo y el cerebro son la misma cosa", es como si este órgano fuese un individuo montado en una nave que es el resto del cuerpo y que dirige a donde quiere. "El cerebro define el mundo interior, da las órdenes motrices, produce el alma", afirma. Haciendo un ejercicio de ciencia ficción, en un futuro se podría extraer el cerebro de un cuerpo humano y aplicarse a una máquina para que ésta funcionase. La pregunta sería: ¿Esa máquina reproduciría las emociones humanas? El tiempo lo dirá (o no).
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