Raúl Arrabales Moreno y Araceli Sanchis de Miguel, investigadores del departamento de Informática de la UC3M,han desarrollado la arquitectura CERA (Conscious and Emotional Reasoning Architecture), una plataforma de integración de diferentes componentes cognitivos para el control de robots. CERA se define por un conjunto de parámetros que regulan funciones cerebrales como la atención, la contextualización o la predicción sensorial con el objetivo de abarcar la gran funcionalidad del razonamiento consciente. Aunque el problema de la conciencia ha sido tratado desde la antigüedad por filósofos y religiosos, durante mucho tiempo ha permanecido como un área vedada a la ciencia al entenderse como un campo exclusivo de lo puramente espiritual o filosófico.
En las últimas décadas los grandes avances en neurociencia que han tenido lugar, principalmente ligados a la aparición de técnicas modernas de imagen por ordenador, como la Tomografía por Emisión de Positrones (PET) o la Imagen Funcional de Resonancia Magnética (fMRI), han permitido empezar a comprender cómo funciona el cerebro humano y a desmitificar el fenómeno de la conciencia. Asimismo, el impulso de grandes científicos como los ganadores del Premio Nobel Francis Crick y Gerald Edelman para desvelar el misterio de la conciencia humana ha creado, según Arrabales "el caldo de cultivo necesario para que los ingenieros podamos plantearnos imitar este proceso en máquinas artificiales".
En cuanto a la tecnología detrás de estos prototipos, actualmente existen varios procedimientos que bien imitan el sistema nervioso humano a nivel neurofisiológico (CyberChild) o modelizan distintas áreas del cerebro y su interacción. Así, enfoques típicos son los basados en redes neuronales artificiales, simuladas por software o implementadas directamente con microchips de silicio, o emulando los procesos cerebrales en plataformas robóticas. Existen distintos prototipos que simulan la conciencia en máquinas (IDA, LIDA, robot CRONOS) entre los que destacan la mencionada CRANIUM-CERA donde multitud de pequeños procesadores especializados colaboran y compiten continuamente para formar coaliciones temporales de agentes que consigan aparecer en el primer plano de la conciencia.
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