El cerebro de los homosexuales presenta una estructura diferente y funciona de distinta forma que el de los heterosexuales. A esta teoría apuntan científicos del Instituto Karolinska en un estudio publicado por la revista PNAS, de la Academia de Ciencias de Estados Unidos, dirigido por Ivanka Savic y Per Lindström, tras observar la estructura y el funcionamiento cerebral de 90 personas de diversa condición sexual.
El mismo equipo ya demostró en 2006 la diferente manera que tienen homosexuales y heterosexuales de percibir los olores. Apoyados en estas convicciones y en estudios psicológicos que evidencian un empleo desigual de los hemisferios cerebrales entre sexos, los investigadores han estudiado la relación entre configuración cerebral y orientación sexual.
Los hombres tienen el hemisferio derecho de mayor tamaño que el izquierdo. Este fenómeno, aseguran desde el Instituto Karolinska, se puede observar también en las lesbianas, pero no en hombres homosexuales, cuya forma encefálica es simétrica al igual que en las mujeres.
Procesado de las emociones
Las exploraciones practicadas mediante tomografía de emisión de positrones (PET) también mostraron diferencias funcionales en una región conocida como amígdala. Este órgano, que pertenece al sistema límbico, es uno de los principales responsables del procesado y almacenamiento de las emociones. Los científicos han constatado que en hombres heterosexuales y lesbianas funciona de una manera, y en gays y mujeres heterosexuales, de otra diferente.
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