El fondo marino, territorio casi inexplorado, continúa mostrando un mundo sorprendente. Así lo demostró un equipo de investigadores de la Universidad de Concepción, liderados por el subdirector del Centro de Investigación Oceanográfica del Pacífico Sur Oriental (Centro Fondap-Copas), Silvio Pantoja, quienes mientras desarrollaban una investigación del impacto ambiental de una explotación de gas metano en la zona, descubrieron extraños organismos.
Se calcula que las reservas de hidratos de metano (ver infografía) son dos veces mayores a las de los carburantes clásicos y que su capacidad de combustión es muy alta. Según estimaciones, la presencia de hidratos de metano bajo los mares de la zona central equivale a cerca de un 3% del total mundial.
El metano es un gas frío que se produce en la mayoría de los fondos marinos. Es altamente inflamable y aunque podría convertirse en una excelente alternativa para diversificar la matriz energética, no existe aún la tecnología necesaria para extraerlo, ni están claras las consecuencias de su explotación.
Además, es uno de los gases causantes del efecto invernadero. La mayor parte se encuentra en estado sólido bajo el fondo del mar, cubos de hielo que con el aumento de las temperaturas, podrían comenzar a derretirse, despidiendo burbujas de gas a la superficie. Estas repentinas salidas de "gas helado" serían provocadas además por deslizamientos submarinos y terremotos, Sus emisiones podrían ser alarmantes si no fuera porque parte de ellas son absorbidas antes de llegar a la superficie. Organismos que habitan el fondo marino y que según Pantoja, presentan extrañas características, utilizan el gas para sobrevivir, como almejas que pueden alcanzar los 40 centímetros y gusanos tubícolas de 2 metros de longitud. "Esto se produce porque estos organismos albergan bacterias que utilizan compuestos derivados de la oxidación del metano como fuente de energía", señala el experto en oceanografía química.
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