El proceso comienza con la obtención de muestras (larvas, pupas o adultos), la toma de fotos y su revisión al microscopio con apoyo en claves taxonómicas, esto es, registros científicos sobre especies. Tal análisis ayuda a establecer con precisión la “identidad” del bicho.
Una vez hecha la determinación taxonómica, el ciclo vital del insecto hallado en el cuerpo del delito ayuda a calcular el tiempo de muerte: “Cuando se determina la edad del insecto y el tiempo que lleva en un cadáver, sé cuánto tiempo tiene de haber muerto esa persona”, detalla el entomólogo.
En paralelo, las muestras son analizadas con equipo especial (pruebas enzimáticas y cromatografía de gases) que revelan si la víctima consumió drogas, pues en ese caso, al haberse alimentado del cadáver, el insecto “confesará” la verdad.
En ciertos casos, si hay información taxonómica suficiente (ya que hay especies exclusivas de ciertas regiones del país) también es posible determinar, mediante cotejo de datos, el lugar del asesinato, aunque es un “trabajo titánico”, añade Cortés.
Estos estudios, que se combinan con otras herramientas como análisis químico-toxicológicos, pruebas de antropología, odontología o incluso de biología molecular (ADN), han ayudado a resolver varios casos de secuestros y asesinatos en el DF, donde en promedio llegan 15 a 20 cadáveres por día al Semefo.
“Nuestro código genético es muy exclusivo”, apunta el científico. Por ello, si un insecto se alimenta de un cadáver, va a introducir a su sistema fragmentos del ADN de éste, de modo que, al efectuar pruebas, aparecerán marcadores genéticos tanto del código del hospedero como de su diminuto inquilino.
Pero aplicar tests de ADN sistemáticamente sería costoso. Además requeriría equipo técnico e instalaciones especiales. Por ello, Cortés pide valorar el trabajo científico del Semefo, que a pesar de enfrentar grandes retos (faltan expertos y bases de información) tiene futuro en México: “Este trabajo es súper divertido, súper amable... (hacerlo) es estar como pez en el agua”, expresa.
Noticia completa en El Universal (México)