El gen, cuya función se desconocía hasta ahora, permite al parásito desarrollar una estructura parecida a un óvulo llamada oocito y que engendra nuevos parásitos infecciosos, según publicaron los expertos en Proceedings of the National Academy of Sciences.
"Cuando se extrae el gen se observa el efecto de la falta genética en el parásito", explicó dijo Dan Klaerke, fisiólogo de la Universidad de Copenhague y uno de los científicos del estudio.
El equipo de Klaerke analizó al parásito de la malaria que infecta a los roedores, similar a las especies que atacan a los humanos. Los investigadores, entre los que se encontraba Nirbay Kumar, de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos, se centraron en el funcionamiento de los canales de potasio en los parásitos.
Todas las células animales y vegetales contienen estos canales, que ayudan a transmitir la carga eléctrica que necesitan los nervios, los músculos y el corazón de los animales.
El equipo descubrió dos nuevos canales en los parásitos y el modo de controlarlos, explicó Klaerke.
Detener la reproducción de los parásitos es importante porque un mosquito infectado es incapaz de transmitir la malaria si no puede reproducirse, añadió el científico danés, que apuntó que los expertos están examinando ahora si los fármacos podrían cerrar esos canales de potasio.
"El descubrimiento práctico sería que el bloqueo de estos canales podría hacer al parásito más susceptible a los medicamentos conocidos", concluyó Klaerke.
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