Cuando los primeros colonos europeos llegaron a Australia, los rumores sobre un extraño animal con pico de pato se desecharon considerándose una tomadura de pelo. Más tarde se citaron como prueba del sentido del humor de Dios. La extraña criatura era el ornitorrinco. Ahora un nuevo estudio ha formado el mapa genético del ornitorrinco, que demuestra que se trata de una rara mezcla de mamífero, reptil y pájaro. La investigación ha revelado también que el ornitorrinco tiene una compleja sexualidad.
La secuencia genómica se extrajo utilizando ADN de un ornitorrinco hembra de nombre Glennie. Un equipo internacional realizó un análisis del código genético. El equipo estaba formado por investigadores de la Unidad de Genómica Funcional, en Oxford, del Consejo de Investigación Médica del Reino Unido (MRC) y del Instituto Europeo de Bioinformática, en Cambridge, perteneciente a la Organización Europea de Biología Molecular. Los hallazgos del estudio se han publicado en la revista Nature.
El ornitorrinco es un monotrema, un tipo de mamífero del que sólo hay otro ejemplo vivo, el equidna de hocico corto. Estos son los únicos mamíferos dotados de electrorrecepción, que es el uso de señales eléctricas para detectar presas.
Se cree que el ornitorrinco divergió de un antepasado común con los humanos hace aproximadamente 170 millones de años. A pesar de que el animal tiene características que sólo poseen los mamíferos, como el pelo y el amamantamiento de sus crías, también tiene características de reptil, como la de poner huevos y producir veneno, el cual segregan los machos por un espolón en las patas traseras.
Los científicos descubrieron que estas características tan diversas se correspondían con un mosaico de genes que se asemejan a los de los reptiles, las aves y otros mamíferos. «El genoma del ornitorrinco tiene una importancia extrema porque supone el eslabón perdido para entender la forma en la que evolucionamos nosotros y otros mamíferos. Es nuestro billete para remontarnos a los tiempos en los que todos los mamíferos ponían huevos a la vez que amamantaban a sus crías con leche. También proporciona una base esencial para futuros avances en la comprensión de la biología y la evolución de los mamíferos», explicó el Dr. Chris Ponting, investigador jefe de la Unidad de Genómica Funcional del MRC, en la Universidad de Oxford.
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