El cuadro puede resultar un poco extraño, incluso perturbador, pero no es ficción. Un grupo de científicos ha logrado captar las imágenes de una abeja macho intentando copular con una orquídea.
Este curioso acto se produce gracias a un nuevo truco descubierto en el repertorio de señuelos sexuales de estas flores. La especie de orquídea "ophrys exaltata" imita parcialmente los efectos de las feromonas de las hembras abejas para atraer a los machos de la especie "colletes cunicularius", que se dejan conquistar por el seductor aroma.
La investigación, publicada en la revista "Proceedings of the National Academy of Science" (PNAS), fue desarrollada por Nicolas Vereecken y Florian Schiestl de la Universidad de Zúrich en Suiza, quienes sugieren que las orquídeas utilizan su exótico olor para hacerse pasar por irresistibles hembras.
Estas sexualmente engañosas flores, que necesitan de los insectos para su propia reproducción, logran enredar con su olor a los machos de abeja, que las confunden con hembras de su especie. Los machos quedan sin poder resistir su impulso y terminan polinizando a las orquídeas.
El olor de algunas flores resulta tan apasionante para los machos que estos, atraídos salvajemente por el cóctel de feromonas sexuales femeninas que imitan las orquídeas, alcanzan a eyacular sobre ellas.
Noticia completa en El Mundo (España)