Científicos del Reino Unido y Canadá han comenzado unas pruebas de campo para averiguar si en los microorganismos está la clave que permita acceder a la gran cantidad de energía atrapada en depósitos de crudo pesado e irrecuperable en el mundo. Se estima que quedan bajo tierra seis mil billones de barriles de petróleo debido a que se ha solidificado o espesado demasiado como para que sea económicamente viable extraerlo por métodos convencionales.
Las pruebas de campo consisten en el bombeo de una mezcla de nutrientes disueltos en agua por un pozo petrolífero situado sobre unos yacimientos agotados en el oeste de Canadá. Si los científicos han calculado correctamente, volverá a brotar gas natural y los microbios se multiplicarán al alimentarse de los nutrientes y digerir el petróleo viscoso a un ritmo vertiginoso.
El equipo de investigación lo encabezan el profesor Ian Head, el Dr. Martin Jones de la Universidad de Newcastle y el profesor Steve Larter, que trabaja tanto en la Universidad de Newcastle como en la de Calgary. Todos ellos son los responsables de descubrir cómo descomponen el petróleo los microorganismos a gran profundidad. El equipo anunció sus descubrimientos en un revolucionario artículo, publicado recientemente en Nature, revista académica de prestigio internacional.
El trabajo responde a una cuestión que ha tenido confundidos a los geólogos durante mucho tiempo, demostrando que dos tipos de microorganismos naturales que se encuentran en ambientes ricos en petróleo son los responsables de convertir los yacimientos en metano. El primer microbio es una bacteria llamada Syntrophus, que digiere el petróleo para producir gas hidrógeno y ácido acético. El segundo microbio es un metanógeno, y es el que produce metano al combinar el hidrógeno con dióxido de carbono.
Los investigadores también descubrieron que la escala geológica de este proceso podría acortarse de decenas de millones de años a unos cientos de días en el laboratorio si se alimenta a los microorganismos con unos nutrientes especiales. Piensan que se podrían obtener resultados similares en un campo petrolífero en un tiempo que podría oscilar entre un año y varias décadas.
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