En Gran Bretaña, la Cámara de los Comunes aprobó ayer la investigación científica con embriones híbridos, creados utilizando material genético animal y humano. El cultivo de células madre a partir de embriones híbridos es crucial para obtener tratamientos contra enfermedades como el Parkinson o el Alzheimer, y está incluido en el proyecto de ley de Embriología y Fertilidad Humana, que tramita el Parlamento.
Luego de más de tres horas de debate, los diputados rechazaron -por 336 votos en contra y 176 a favor- una enmienda legislativa del opositor Partido Conservador, que proponía prohibir totalmente el uso de ese tipo de embriones en la investigación médica.
Este tema dio origen a una gran polémica en Gran Bretaña, hasta el punto de que el premier laborista Gordon Brown tuvo que conceder libertad de voto a sus correligionarios en ese punto de la ley. Para vencer la resistencia de los críticos, principalmente la Iglesia Católica, el premier pidió a los diputados que respaldaran el proyecto por considerar que supone "un esfuerzo intrínsecamente moral" que podría salvar y mejorar la vida de miles de personas. El hijo menor de Brown, Fraser, padece una enfermedad genética, fibrosis cística.
Los científicos sostienen que la creación de embriones híbridos con núcleos celulares humanos en óvulos animales vaciados -que se utilizarían para cultivar células madre y se destruirían a los 14 días, antes de llegar a la fase de fetos- compensaría la actual escasez de donaciones de óvulos humanos.
Los Comunes legalizaron también la creación de "hermanos salvadores", técnica que requiere el análisis selectivo de embriones creados por fertilización in vitro. El objetivo es permitir que una pareja con un niño con una enfermedad grave de origen genético tenga otro bebé, de cuyos tejidos se obtendrían células madre que podrían ayudar a curarlo.
Noticia publicada en Clarín (Argentina)