Pruebas llevadas a cabo en ratones de laboratorio indican que una exposición prolongada a esas estructuras tubulares de diámetro equivalente a una millonésima de metro podrían activar enfermedades como el mesotelioma, un cáncer que afecta a la membrana que recubre los pulmones.
Los resultados del estudio, llevado a cabo por científicos de Edimburgo, Manchester y Estados Unidos y publicados en la revista "Nature Nanotechnology", señalan que ese tipo de exposición produce inflamaciones y lesiones en los ratones.
Esa advertencia podría constituir un duro golpe para la nanotecnología, en cuyo potencial se han depositado grandes esperanzas.
"Como sociedad no podemos permitirnos el hecho de no explotar ese material increíble, pero tampoco podemos equivocarnos como ocurrió con el amianto", advierte Andrew Maynard, del Woodrow Wilson International Center for Scholars, de Washington DC.
Los nanotubos se utilizan ya para la fabricación de raquetas de tenis, manillares de bicicletas y bates de béisbol así como en otros muchos productos.
Según los autores del estudio, en muchos de esos productos hay muy poco riesgo de exposición a los nanotubos ya que éstos están enfundados, pero sí puede haberlos en cambio para quienes los fabrican o los encargados de su eliminación una vez usados.
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