Por la deforestación, venta y captura ilegal 32 especies de loros mexicanos se encuentran en peligro de extinción, por lo que la gente debe abstenerse de comprar especialmente el Loro cabeza amarilla, que es el que habla y la guacamaya roja, que se siguen vendiendo en tianguis y mercados como el de Cuautitlán y Sonora, en la ciudad de México.
Así lo señaló el doctor Eduardo Iñigo Elias, ornitólogo del Programa de Conservación de Aves del Neotrópico, quien dictó aquí una conferencia académica a investigadores de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM, sobre historia natural y conservación de la avifauna, específicamente del loro cabeza amarilla que ahora tiene un nicho en las Islas
Marías.
En decenas de mercados públicos y tianguis del Valle de México se comercializan aves en peligro de extinción, especialmente el loro cabeza amarilla "que es muy buscado por las amas de casa por son los que tienen la facultad de hablar", fomentando la pérdida de la riqueza ecológica, apuntó el investigador.
Estos loros cabeza amarilla se cotizan en el mercado negro en más de 5 mil pesos, pero comprarlos y buscarlos para tenerlos en jaulas, incentivan la captura y venta ilegal de esta especie en peligro de extinción, de acuerdo a la Norma Oficial mexicana 059, que prohíbe la comercialización de estas aves señaló Iñigo Elías.
"No compren un ave para tenerla enjaulada, mejor adquieran unos binoculares para que observen a especies endémicas del Valle de México, en diversos sitios de observación como lo son Xochimilco, el Ajusco, la respeva ecológica de la UNAM en el Pedregal y en Chapultepec".
En el Valle de México aún viven 200 especies de aves, que pueden ser observadas como el gorrión serrado, al cual se le puede observar sólo en México, en la carretera libre a Cuernavaca, los colibríes, Los Chinitos y más de 50 aves migratorias que llegan todos los años a esta zona metropolitana.
Entre las aves migratorias además de Los Chinitos, están los pelícanos que llegan al Lago de Guadalupe en Cuautitlán Izcalli y los patos procedentes de Canadá que siguen llegando al ex vaso de Texcoco, informó Eduardo Iñigo Elias.
Noticia publicada en El Universal (México)