Se trata del mayor desafío tecnológico y científico lanzado por el hombre en el campo de la Astronomía. Un Telescopio óptico "Extremadamente Grande" (ELT), nombre que hace referencia al tamaño de su espejo reflector primario que alcanza los 42 metros de diámetro.
El proyecto de instalación del ELT, cuya construcción, según se afirma, finalizará en 2018, se encuentra a cargo del Observatorio Austral Europeo (ESO), que ha designado a la Puna salteña como uno de los sitios candidatos para alojar al gigante astronómico. Los estudios de relevamiento de sitios y caracterización fueron realizados por el Instituto de Astronomía Teórica Experimental (IATE) del Observatorio Astronómico de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) bajo la coordinación del ESO.
"Yo creo que si el proyecto se queda en Macón es gracias al IATE", asegura el represente de la ESO en el norte argentino, Marc Sarazin, especialista en Física Experimental. "Si ellos no hubieran tomado contacto con nosotros, no estaríamos aquí ahora", afirma el científico de origen francés.
El Cordón de Macón, un cerro de 4.650 metros de altura situado en las orillas de la localidad de Tolar Grande, ubicada a 350 kilómetros de la capital salteña, fue el lugar escogido por los investigadores de la UNC Pablo Recabarren, Hernán Muriel y Diego García Lambas para realizar las mediciones de la calidad de cielo, sumado al apoyo logístico y técnico de Víctor Renzi y Rubén Vrech.
La construcción e instalación del ELT demandará una inversión cercana a los 1.000 millones de euros. Compiten con la Argentina, España (Islas Canarias), Marruecos, y Chile. En este último país se han instalado, gracias a la perfección de sus sitios, una gran parte de los telescopios de última generación.
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