El Nido de Pájaro ya es una realidad que supera las postales que durante meses se mostraron de su impactante infraestructura.
El principal escenario de Pekín 2008 está listo y se inauguró el 18 de abril con una prueba de marcha, que fue presenciada sólo por unos cuantos curiosos que conocieron su interior.
El estadio es, junto al Cubo de Agua, en el que se disputará la natación, el orgullo arquitectónico de los Juegos Olímpicos.
“Mucha gente se siente atrapada por su imagen exterior, pero el verdadero "charme" del estadio se advierte recién al entrar en él”, expresó a la agencia china Xinhua el arquitecto Li Xinggang, uno de los responsables de la monumental obra.
Contra lo que es la costumbre en China, no hubo fuegos artificiales en el día inaugural, porque a 111 días de la ceremonia inaugural todo apunta a mantener la tensión hasta el 8 de agosto.
Las vigas de hierro que se entrecruzan, dando al estadio, en efecto, la apariencia de un nido de pájaro, discurren en una extensión que suma 36 kilómetros.
La apariencia literal de este nido de pájaro está dada por su piel estructural: una complicada red de perfiles de acero doblado y sección cuadrada.
El costo de la gigantesca obra fue también monumental, 3100 millones de yuanes (unos USD 440 millones).
Desarrollado por los arquitectos suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron, el estadio con capacidad para 91 000 espectadores albergará, además de las ceremonias inaugural y de clausura, las pruebas de atletismo.
Luego de un concurso internacional, los 13 diseños preseleccionados se expusieron a la ciudadanía de Pekín para que votara por su favorito. De las tres propuestas finalistas (la del Instituto de Diseño Arquitectónico de Pekín, el estudio japonés Axs y los suizos Herzog & De Meuron), la gente prefirió, por lejos, el Nido.
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