Se trata del primer hallazgo de estas características de un calamar de los mares jurásicos, los llamados belemnitas, indicó Günter Schweigert, director de las excavaciones arqueológicas.
Los belemnitas eran el manjar preferido de algunos depredadores, como los cocodrilos, que se comían tanto los tentáculos como las mandíbulas de estos cefalópodos.
Según Schweigert, el hallazgo es de gran importancia para determinar la evolución prehistórica de esa especie.
Los belemnitas se extinguieron hace unos 65 millones de años y se consideran antecesores directos de los cefalópodos actuales.
Schweigert lleva 15 años excavando en esa zona del sur de Alemania y hasta ahora su hallazgo más relevante fue un esqueleto de cocodrilo marítimo.
Noticia publicada en La Opinión (España)
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Imagen: Agencias / Internet
